jueves, 19 de abril de 2018

Las huellas que Boca dejó en San Pablo y que reviven en la noche de Copa Libertadores

El recuerdo de los grandes momentos del equipo de Bianchi y Riquelme en la ciudad brasileña, a 18 años de aquella primera final con palmeiras.
Boca fue campeón de la Copa ante Palmeiras en el 2000.
Boca fue campeón de la Copa ante Palmeiras en el 2000.
Caminar por San Pablo puede ser una solución a un tráfico inhumano y también una manera de palpar qué significa Boca por estas tierras. Aquí, en el barrio Morumbí, cerca de la avenida Berrini que concentra buena parte del corazón financiero de la ciudad, el azul y amarillo se recuerda. Y no sólo porque esta noche se jugará un partido con mucha historia entre Boca y Palmeiras. Se trata de una huella que dejó el club y que todavía perdura: el respeto.
La bandera de la Peña JRR que un grupo de hinchas de Boca acercó hasta la puerta del hotel en el que concentran Tevez y compañía sirvió de atracción para los brasileros que buscaban una foto con algún futbolista del plantel actual. Porque más allá de las rivalidades, a Boca en San Pablo y en todo Brasil se lo reconoce como un equipo peligroso y ganador.
La bandera de la Peña JJR, en homenaje a Riquelme, en la puerta del hotel de Boca en San Pablo.
La bandera de la Peña JJR, en homenaje a Riquelme, en la puerta del hotel de Boca en San Pablo.
Pero la huella de Román y de Boca en Brasil se agigantó a terrenos impensados. Tanto, que desde el 2000 hasta el 2010, según el registro del IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística) mostró un incremento del 6,894% de chicos llamados Juan Román. Y más: el 10,057% de las personas le pusieron Rikelme a sus hijos en el mismo periodo, en lo que se período, en lo que se transformo en el segundo nombre más usado de la década. ¿Por qué? Por todo esto...
 Listos para la gloria. Boca ganó por penales en el Morumbí.
Listos para la gloria. Boca ganó por penales en el Morumbí.
La final de la Copa del 2000, tras el 2 a 2 en la ida, parecía una utopía. Pero Boca y Bianchi lo hicieron. Fue un partido luchado, sufrido y que en la definición por penales encontró en Oscar Córdoba a un héroe. La noche previa, el Virrey había planificado casi todo: en los penales, sólo le quedó una indicación para su arquero. "Oscar, ellos patean a un palo. Cuando están por llegar a la pelota, das un peso adelante y te tiras. No lo van a hacer patear de nuevo; si acertás, el penal es tuyo", le dijo Bianchi a Córdoba en el medio del campo de juego.
  Bianchi transmitiendo calma. Esa noche ganó su primera Libertadores con Boca.
Bianchi transmitiendo calma. Esa noche ganó su primera Libertadores con Boca.
Córdoba atajó los remates del Tino Asprilla y de Roque Junior. Para Boca convirtieron Guillermo, hoy DT, Riquelme, Palermo y Jorge Bermúdez. Sería el inicio de la conquista de América que terminó con cuatro Libertadores, dos Intercontinentales y toda la gloria durante siete años.
El de esta noche será el partido 40 de Boca en Brasil: lleva 8 triunfos, 15 empates y 16 derrotas. Será además el noveno encuentro ante Palmeiras: un triunfo, cinco empates y dos derrotas.
 Bianchi en el Morumbí, la noche previa a la final de la Libertadores 2000.
Bianchi en el Morumbí, la noche previa a la final de la libertadores 2000.
La semifinal de la Libertadores 2001 que también levantaría Boca tuvo a Juan Román Riquelme como figura. El diez no solo convirtio un gol; jugó 45 minutos que el recuerda como de los mejores de su carrera. Luego, cuando el 2 a 2 (Walter Gaitan había mercado el primero) se hacía difícil de aguantar, su suela llevaron a Boca a los penales, en donde Oscar Córdoba volvió a ser figura.
Córdoba le atajo los disparos a Alex, figura del Palmeiras, y a Basilio. Arce pegó su remate en el travesaño. Para Boca convirtieron Román, Delgado y Bermúdez. Aquella noche en el estadio Palestra Italia (hoy dejado de lado por Palmeiras) Boca empezaba a generar ese respeto con el que hoy camina por las calles de Brasil.
  Román en 2001 la rompió. (Foto: AFP PHOTO/VANDERLEI ALMEIDA)
Román en 2001 la rompió (Foto: AFP PHOTO/ Vanderilei Almeida)
La libertadores de 2001 se definió ante Cruz azul en la Bombonera pero la verdadera final. Se trato de la reedicción de la Copa anterior y fue Boca el que ganó de de nuevo.
Boca levantó la libertadores de 2003 con una goleada ante Santos y la de 2007 con una historia final frente a Gremio. En medio de eso, con Alfio Basile como entrenador, volvió a dar una vuelta olímpica en tierras paulistas: fue en la recopa sudamericana de 2006, frente a San Pablo. Los tres gigantes de la ciudad saben lo que es caer ante Boca.
Riquelme también tuvo en tierras paulistas, esta vez ante Conrinthinas, dos noches especiales. La primera, en 2012, fue cuando se quedo vació luego de perder la final de la copa con Julio Falcioni como DT y anunciar que dejaba la actividad profesional. Al año, Román retorno al club y con el Virrey sentado en el banco, juntos eliminaron a Corinthians con un golazo del Diez en los octavos de final de la Libertadores. Una historia que se repetía en San Pablo.
Pasaron 18 años desde aquella primera final en la que Palmeiras empezó a conocer la grandeza de Boca en los mano a mano. Mucho cambio desde entonces. El presidente de Boca de aquel día hoy es el presidente de la Argentina; Ibarra está en las Inferiores, Samuel se retiro hace un año, Arrubarrena ya dirigió al club y fue campeón. Guillermo es el DT actual; Palermo es entrenador en Chile; Córdoba y Bermúdez analizan a Boca por televisión, Battaglia es el DT de Amalgro y Román todavía no se decide si quiere ser o no presidente del club. Bianchi, ya retirado, disfrutar de escribir un mensaje para Barros Schelotto y recodarle lo que se gestó en estas tierras. El tiempo pasa; la gloria queda. 

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