
Gago y Palacio festejan el título del Apertura 2005 en la cancha de Olimpia. (Foto: Fabían Urquiza).
Alguna vez fue el Toto Lorenzo el técnico ganador en Boca con sus dos Copa Libertadores y la Intercontinental, allá por 1977 y 1978. El de Gatti, Pernía, el Toti Veglio... Después llegó Carlos Bianchi, el gran triunfador de la historia entera, al final de los 90 y en los primeros años del Siglo XXI. Títulos al mayor, locales e internacionales.
Cuando apareció Alfio Basile -en 2005- para reemplazar al Chino Benitez hubo algunos cabildos de Mauricio Macri, por entonces presidente del club. Hasta que Diego Maradona, consejero sin cartera, lo convenció para contratarlo. Apenas un año duro él brillante ciclo del "Coco de Palermo", como le gusta identificarse a él, hasta que Julio Grondona lo fue a buscar para ofrecerle la revancha que le había prometido en la Selección Nacional, después de los episodios que envolvieron a Diego con la efedrina en el Mundial de 1994 y que fruestró a un equipo que había iniciado la Copa con pretensiones.
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Macri le pidió a Grondona que los dejara en Boca hasta terminara ese apertura 2006 que había empezado con cinco victorias consecutivas que se sumaban a las siete con las que había terminando el Clausura en el que fue campeón con 43 puntos en 19 fechas, con sólo dos derrotas. No hubo caso. Brasil ya había designado a Dunga como técnico y la Selección Argentina se aprestaba a enfrentarlo en un amistoso. Necesitaba entrenador. El Ruso Ribolzi, su ayudante, dirigió ese quinto partido con un triunfo ante Estudiantes y era el candidato ideal para completar el ciclo triunfal. Pero la dirigencia opto por contratar a Ricardo La Volpe y el título que estaba al alcance de la mano y hubiera significado el tricampeonato se esfumó en un desempate con Estudiantes. Boca necesitaba un punto de seis para coronarse en las últimas fechas. Y no lo logró.
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Pero ésa es la historia que siguuió. La otra, la invicta, la inició Basile en julio de 2005 luego de seis meses de descansos tras su paso por Colón. Boca ya lo había rentado antes. Peo fiel a su palabra empañada, viajó a Santa Fe. Llegó con sus recomendados Daniel Bilos, Rodrigo Palacio (dos ex Banfield) y el Cata Diaz a quien lo había llevado a Colón. Hubo cierta resistencia a su contratación. Tal vez por su pasado en Racing o porque nunca se lo había relacionado con Boca. Pero armó el equipo de la reivindicación. Con un joven Fernando Gago en el medio. Abbondanzieri en el arco, el Flaco Schiavi comandando la defensa, Federico Insúa como enganche, Palermo de punta y Rodrigo Palacio ganándole la titularidad a Guillermo Barros Schelotto.
Al mes logró su primer título: la Recopa Sudamericana ante Once Caldas, el vencedor de Boca en la última final de Bianchi en la Copa Libertadores. Y siguió la racha en el torneo local. Campeón del Apertura de ese 2005, salvando algunas dificultades finales. La derrota 1-4 contra Arsenal en Sarandí, cuando algunos hinchas disconformes la tiraron con hielo("Me habían sacado a Bilos y a otros para un amistoso de la Selección en Qatar y el equipo se desarmo"). Pero ganó los cuatro partidos que restaban y se coronó en su Bahía Blanca natal ante Olimpo. Rodrigo Palacio fue el goleador.
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Cuatro días después de ese título conquisto la Copa Sudamericana ante los Pumas de México con Abbondanzieri como figura en la definición por penales. Se le podría agregar la consagración en el torneo de veranoen Mar del Plata ante el River de Pasarella, pero sería una exageración. Porque la serie siguió con el Clausura 2006. El de los 43 puntos y sólo dos derrotas. Pero había más. Antes de asumir en la Selección gano otra vez la Recopa Sudamericana. Esta vez frente al San Pablo.
Estuvo poco más de un año Coco Basile en Boca. Y ganó TODO lo que jugo: dos torneos locales y tres Copas internacionales. (Sin contar el de Mar del Plata, como dice él) Y el equipo tenía identidad y juego. Por eso se llevó la gloria del reconocimiento.
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